Las primeras preguntas, comenzando con el estudio de la filosofía, son estas: ¿cómo nació la filosofía? ¿ En qué estás interesado?
A la primera pregunta, la respuesta es relativamente simple: la filosofía surge de la maravilla, es decir, de lo que podemos llamar sentimiento metafísico. El hombre, en el fondo, comenzó en Grecia a estudiar la realidad para encontrar una explicación racional de la misma. Pero, ¿por qué estoy hablando de la maravilla como un “sentimiento metafísico”?
Lo primero que hay que especificar es que cuando digo “sentimiento”, no me refiero a nada irracional. Simplemente me refiero a lo que los griegos han descrito Plató y Aristóteles (ver abajo).
En este sentido, la maravilla es un sentimiento que surge ante la realidad y su presencia misteriosa: el hombre se sorprende y trata de explicar las cosas que ve.
Esta “justificación” es el pasaje de la ignorancia a la sabiduría. La maravilla es lo que nos estimula para hacer una pregunta determinada y así escapar del estado de incertidumbre.
«Veo, mi querido Teeteto, que Teodor tenía una verdadera comprensión de tu naturaleza cuando dijo que eras un filósofo; porque la maravilla es el sentimiento de un filósofo, y la filosofía comienza en la maravilla».
PLATO, THEAETETUS 155C-D (Ver también ARISTÓTELES, METAFÍSICA 982B)
Giovanni Covino
Revisión del texto en español por Thomas Rego (Universidad Adolfo Ibáñez, Chile)